En un mercado que cambia constantemente, la competencia es grande y las empresas cada día buscan para diferenciarse, distintas formas de mantenerse en la vanguardia dentro de la vertical de negocios que ejercen.
Nos basta tomar como ejemplo los bancos y/o instituciones financieras, en donde hoy día contar con una aplicación de e-Banca, a la cual podemos acceder desde el smartphone o la web, puede ser casi un determinante como valor agregado para que clientes decidan si trabajan o no con una u otra institución.
Por otro lado, y lo recomendable, es contar con una estrategia bien marcada y planificada de lo que busca la empresa para el cumplimiento de sus objetivos año contra año, en algunos casos apostando por nuevas tecnologías que le permitan generar un diferencial de cara al cliente.
Pero los casos más tradicionales, y que vemos en la mayoría de las empresas, son los propios problemas los que impulsan a la transformación. Cuando los sistemas de mensajería o colaboración no funcionan, perdida de información por falta de respaldo, fuga de información por falta de prevención, toma errónea de decisiones por falta de analítica de datos y estos son sólo algunos de los puntos que vemos más a menudo.
En la nueva era industrial, la tecnología se vuelve protagonista en los casos de éxito y nos vemos obligados a tomarlo como una inversión con su retorno correspondiente
y no un gasto.
En tal sentido, la tecnología como standard debe:
- Encargarse de mantener la estructura funcionando en sus principios básicos:
Productividad, correo electrónico, sistema de facturación, manejo de datos, automatización de procesos, etc. - Encargarse de sostener una infraestructura segura:
Protección contra ataque de virus, malware, spyware, phishing, ransomware, prevención de fuga de información, control de dispositivos y aplicaciones, monitoreo de eventos, seguridad en la red, etc. - Encargarse de impulsar el negocio:
Analítica de datos, DevOps, Blockchain, aplicaciones a medida, soluciones de omnicanalidad, CRM, Machine Learning aplicado a diferentes verticales, etc.
El problema se presenta cuando como empresa, dedicamos tiempo y recursos a solucionar problemas en las líneas básicas y de seguridad sin dar espacio de aplicación de la tecnología para impulsar nuestro negocio.
Llevar a cabo un Assessment de Infraestructura y Seguridad, los cuales permitan generar un plan a corto plazo para asentar la base necesaria y luego pensar en el siguiente paso, tecnologías para impulsar el negocio, sería la mejor decisión. Planificando estratégicamente y no esperar que una situación nos empuje a invertir en tecnología. Fibase cuenta con los especialistas certificados en distintas verticales para apoyarlos con una amplia variedad de soluciones. Conozca al equipo aquí.
